La rápida conquista del REINO VISIGODO HISPANO por los musulmanes a partir del año 711, tan solo dos años después de la batalla de Guadalete, quedaba proclamada en Toledo, la soberanía del califa de Damasco.
Esta rápida acción militar, propiciada más por las luchas internas de los visigodos, que por los méritos de los musulmanes, determinó la incorporación al territorio islámico conquistado, de grandes masas de población cristiana. Mucha de esta población mantuvo su fe religiosa-cristiana, bajo la denominación política de los conquistadores y se le conocía con el nombre de MOZÁRABES.
En un principio estos cristianos mozárabes, vivieron con cierta libertad entre los musulmanes e incluso intervenían en el gobierno del país, sobre todo a nivel local (pequeñas poblaciones) y los musulmanes le permitían la práctica de su culto cristiano, aunque apoyaban más a los cristianos conversos al Islam (maladíes) y rechazaban la adaptación de su pueblo islámico, a las formas sociales heredadas del pasado visigodo.
A medida que D. Pelayo y sus sucesores en Asturias y en León por un lado, y Carlomagno y los condes de Cataluña por otro, dieron mayor fortaleza al cristianismo, se fue haciendo más peligrosa la convivencia de los grandes núcleos de población cristiana, dentro del territorio controlado políticamente por los musulmanes.
Los musulmanes poco a poco fueron tomando medidas, para limitar la libertad de que gozaban los cristianos, y los fueron controlando cada vez con mayor intensidad. Las mermas de esta libertades, provocó numerosas revueltas mozárabes, alcanzando su punto culminante en Córdoba el año 850. Sofocada esta primera rebelión, pasaron algunos años de tranquilidad, pero no tardaron en crearles nuevos problemas a los musulmanes, con nuevas revuelta y sublevaciones que Abd al Rahman III aplastó con severidad en el siglo X, en la época del mayor esplendor del Califato de Córdoba.
La represión por los musulmanes, unida a la inestabilidad política y social de la España musulmana, dio lugar a que muchos mozárabes emigrasen al norte, asentándose en tierra de nadie, entre las dos culturas a medida que iban creciendo los reinos cristianos. En ello tuvo mucho que ver los monarcas asturianos Ordoño I y sobre todo Alfonso III el Magno, que fruto de su buena política, el reino de Asturias pasará por una época de gran esplendor y florecimiento. Alfonso III dio un gran impulso a la Reconquista, intervino en las luchas internas de los últimos mandatarios cordobeses infligiéndole severas derrotas, agregando a su reino nuevos territorios y llevando las líneas divisorias hasta la vertiente del río Duero, cuya posesión aseguró. Por otro lado hizo incursiones por tierras musulmanas, trayendo consigo gran cantidad de mozárabes, que van a ser los que inicien en las tierras conquistadas por los cristianos EL ARTE MOZÁRABE.
Los mozárabes repoblaron las provincias gallegas y las de León y Valladolid reconquistadas, en las que nos dejaron muestras de su arte: las iglesias de San Miguel de Celanova, San Miguel de Escalada y San Cebrián de Mozote, son algunos ejemplos de las numerosas iglesias que construyeron. Ahora bien, en donde se asentaron fue sobre todo en las zonas fronterizas entre las dos culturas, que se trataba de tierras abandonadas por haber sido teatro de luchas sangrientas entre cristianos y musulmanes.
Los musulmanes asentados en estas tierras deshabitadas, fueron bien recibidos, aceptados y admitidos por los demás cristianos, pero sus costumbres y su lengua propia después de convivir largos años con los islámicos, acabaron por no integrarse totalmente con los demás cristianos, y ahí se quedaron aislados, sobre todo en la vertiente del Duero, desarrollando su arte en ocasiones de gran belleza con edificios señeros y en otras ocasiones muy sencillo e incluso interviniendo en edificios pre-románicos y románicos primitivos, bajo la dirección de maestros y arquitectos hispano-visigodos, dejando sentir su influencia y su impronta, adquirida de su convivencia con el pueblo árabe, como muy bien se puede apreciar en las iglesias de Santa Maria y de San Miguel, de San Esteban de Gormáz.
Las comunidades mozárabes habían asimilado e incorporado a su cultura y a su arte, todo lo del mundo musulmán que no iba en contra de sus creencias cristianas. Ahora bien, a las influencias musulmanas, había que añadirle las que adquieren del cristianismo de Oriente, sobre todo de los cristianos coptos (monofisistas) de Egipto, que tuvieron que vivir en las mismas condiciones que los cristianos hispanos, al conquistar los árabes a los bizantinos cristianos la provincia egipcia.
Los musulmanes fruto de su relación con los bizantinos, conocían muy bien lo construido por estos en la ciudad de Bizancio y en las demás provincias del Imperio romano de Oriente. Estos conocimientos los van a plasmar en la península Ibérica en su arte hispano musulmán.
Fruto de estas influencias recibidas del mundo islámico, tanto del construido en la Hispania, como del que traían asimilado del cristianismo de Oriente y de lo heredado de sus antepasados visigodos, EL ARTE MOZARABE se va a crear y desarrollar merced a tres factores:
1º.- DE LA EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS VISIGODAS.
2º.- DE LAS CONSTANTES INFLUENCIAS DE LA CULTURA ISLÁMICA.
3º.- DE LA QUE RECIBEN DE LAS CULTURAS Y COMUNIDADES CRISTIANAS DE ORIENTE, LLEGADAS A LA PENÍNSULA IBÉRICA A TRAVÉS DEL MUNDO ISLÁMICO.
Cronológicamente el momento de mayor esplendor corresponde al siglo X, a partir del primer tercio del siglo XI, va perdiendo fuerza, a medida que se va imponiendo en las zonas de repoblación, la cultura que dará origen al estilo románico. Desaparecerá a finales del siglo XI, al imponerse el rito romano-benedictino.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ARTE MOZÁRABE.
1ª.- Siguiendo la tradición visigoda, la arquitectura mozárabe utiliza el sillar para la construcción de sus muros. En algún caso aislado cuando se trata de edificios sencillos hace uso del sillarejo.
2ª.- Como soporte emplea la columna, más fina y esbelta que la visigoda. En casos aislados usa el pilar compuesto.
3ª.- El capitel más frecuentemente empleado es el de tradición visigoda, acentuando los efectos del claroscuro, bien mediante la talla a bisel o resaltando hacia fuera los extremos de las hojas de acanto del capitel corintio, con sus astrágalos sogueados en la mayoría de los casos.
4ª.- El arco sistemáticamente empleado es el de herradura, siguiendo el modelo del arco califal islámico, prolongando la curva del arco más allá de la mitad del radio. Ordinariamente alternan el colorido de sus dovelas y se hace uso del Alfiz, para encuadrarlos y realzar más la decoración del trasdós de las dovelas; los arranques de la rosca serán más estrechos que la clave, como ocurre en el arco califal.
5ª.- Las plantas pueden ser de una o tres naves basilicales, se cubren con armadura de madera a dos aguas (parhilera) en la nave central y a una vertiente en las naves laterales.
6ª.- Las capillas absidales o absidiales presentan plantas rectangulares o cuadradas con testero recto al exterior, se pueden cubrir con bóvedas de cañón, de arista o con crucería califal (los arcos no pasan por el centro).
En los ábsides circulares muy frecuentes en las iglesias mozárabes, se emplea la cubierta más usada en el arte mozárabe: la cúpula gallonada, estructurada con sectores o gallones radiales cóncavos, dispuestos de forma similar a los gajos de una naranja, de ahí su nombre. Destaca la de la iglesia de San Cebrián de Mozote (provincia de Valladolid).
En los ábsides elípticos u ovoidales, como en la iglesia de Santo Tomás de las Ollas (Ponferrada), se cubren con cúpulas diversas, aquí con una que se asemeja a una gallonada, aunque en realidad se trata de una cúpula de tipo lombardo con once cascos.
Las cubiertas de los ábsides, se protegen con un tejadillo compuesto de tejas curvas, que sobresale bastante de la línea del muro, creando un amplio alero apoyado en ménsulas denominadas en el arte mozárabe, modillones de rollos o de lóbulos inspirados en los islámicos, pero que se diferencian de estos, en que además de tener sus caras decoradas con flores de seis pétalos, hélices o algún motivo evocador de la tradición visigoda, colocan en ambos extremos del alero, modillones de mayor tamaño que los restantes centrales.
Los ábsides que por el exterior presentan testero recto, por el interior pueden también presentar testero recto, aunque la mayoría suelen tener forma de herradura.
Interiormente las plantas de las iglesias mozárabes, se suelen distinguir de las visigodas, en que presentan el iconostasio o iconostasis y los canceles. Aquel separa la cabecera del resto de la iglesia y estos acotan los espacios del presbiterio.
La iglesia de Santa Eufemia de Ambía, situada al norte de Allariz, en estilo mozarabe conserva solo la cabecera, no está muy bien documentada, al pie del monumento un letrero nos indica que se trata simplemente de una iglesia pre-románica.
La iglesia de San Martín de Pazo, localizada cerca de Allariz, de factura mozárabe conserva los muros bajos de la nave y las dos puertas de acceso con arcos de herradura.
En la provincia de León es en donde se asientan los monumentos más sobresalientes y mejor conservados del estilo mozárabe:
1ª.- la iglesia de SAN MIGUEL DE ESCALADA, situada al norte de la población de Mansilla de las mulas, cerca de Gradefes a orillas del río Esla. Todo el edificio conserva su estructura original, excepto un pequeño añadido en su lado este en estilo románico.
2ª.- Iglesia de SANTIAGO DE PEÑALBA, situada al sur de Ponferrada, en plena sierra del Teleno en los montes Aquilianos, presenta planta en forma de cruz con dos ábsides contrapuestos, de testero recto al exterior y de herradura al interior, nave única y cimborrio sobre uno de los tramos de la nave.
3ª.- Iglesia de SANTO TOMÁS DE LAS OLLAS, situada en un barrio de Ponferrada, conserva una de las cabeceras más originales del mozárabe, de planta rectangular con testero recto al exterior y elíptico al interior.
En la provincia de Valladolid se conservan las iglesias:
1ª.-SAN CEBRIÁN DE MOZOTE, situada cerca de la población de Mota del Marqués. Goza de un espléndido interior, con dos ábsides contrapuestos cubiertos con bóvedas gallonadas y columnas de bella factura alguna reutilizada.
2ª.- LA CABECERA DE LA PARROQUIAL DE WAMBA, situada en esta pequeña población al oeste de Valladolid. La cabecera se compone de tres ábsides cuadrangulares de testero recto. Las naves son del siglo XIII románicas.
En Cantabria componen el conjunto del mozárabe:
1ª.- LA IGLESIA DE SANTA MARIA DE LEBEÑA, situada al norte de la población de potes, al sur de los Picos de Europa, es una de las iglesias más bellas y completas del estilo, fundada por los condes de Lebeña: D. Alfonso, descendiente directo de D. Pelayo y Dª Justa, que habían llegado a estas tierras con los mozárabes emigrados del sur.
2ª.- LA ERMITA DE SAN ROMÁN DE MOROSO, situada al norte de la población de San Juan de Caicedo, en medio de un impresionante paraje a orillas de un arroyo.
3ª.- LA ERMITA DE HELGUERA DE MOLLEDO, situada en esta población al norte de Barcena de Pie de Concha,, se trata de una pequeña ermita que conserva en estilo mozárabe, una impresionante serie de modillones de rollos bajo la cornisa, el interior está totalmente reconstruido.
En la provincia de Palencia, en la comarca del Valle del Cerrato y en la pequeña localidad de Hémedes, está situada la ermita de LA VIRGEN DE LA HERA, conservando algún que otro elemento mozárabe.
En la provincia de Burgos, existen varias ermitas, unas más o menos de factura mozárabe, otras conservando elementos mozárabes, y un tercer grupo que se trata de iglesias románicas, muy tempraneras dentro del estilo del siglo XI. Muestran sus cabeceras construidas siguiendo la tradición mozárabe, con plantas rectangulares y que si no fuera por los arcos de medio punto inscritos en su estructura, podían pasar por mozárabes.
Las que podemos considerar como mozárabes, están:
1ª.-La ERMITA DE SAN BAUTISTA de Barbadillo del Mercado, que bien se podía tratar de un edificio visigodo, modificado por los mozárabes.
2ª.- La ermita de SANTA CECILIA de Santibáñez del Val, situada cerca del monasterio de Santo Domingo de Silos, muy completa a pesar de que en su estructura aparece algún que otro elemento románico.
3ª.- La ermita de SAN FELICES DE OCA, situada cerca de Villafranca Montes de Oca, muy reconstruida en estilos posteriores.
Las ermitas de SAN QUIRICO y SANTA JULIANA de la Sierra y la ermita de Retocillo.
Luego están las ermitas románicas de Barbadillo del Pez, que bien podían pasar por mozárabes, sobre todo la de Santa Maria, que a pesar de ser construidas en el siglo XI, siguiendo la tradición mozárabe en estilo románico.
De las iglesias que conservan sus ábsides de tradición mozarabe, están las ermitas del Cristo de Coruña del Conde, la de Tubilla del Agua, la iglesia de Monterrubio y sobre todo las ermitas de Cueva de Jarros y la de Tolbaños de Abajo, estas dos últimas por su aspecto más se parecen a mozárabes que románicas. La de Tolbaños al poseer un pórtico en el lado meridional, su planta es muy similar a la de Santa Cecilia de Santibáñez del Val.
En la provincia de Zamora, a pesar de que existió un gran pasado mozárabe, por tratarse de territorio situado entre las dos culturas a la que emigraron muchos mozárabes, no se conservan iglesias mozárabes. Muchas de las primeras iglesias románicas, se construyeron siguiendo las pautas mozárabes, con cabeceras rectangulares de clara influencia mozárabe, como podemos apreciar en la iglesia de Santo Tomé, situada en la capital zamorana y en la de Santa Marta de Tera, localizada a orillas del río Tera entre Benavente y Mombuey.
En el monasterio cisterciense de Santa Maria de Sandoval (León), a la izquierda de la puerta de acceso al interior del templo, existe un bellísimo capitel mozárabe, en función de pila del agua bendita, por su tamaño creemos que está en relación con los de Sahún.
DESCRIPCIÓN DE LOS MONUMENTOS MÁS SOBRESALIENTES.
IGLESIA DE BOBASTRO.- Situada en la provincia de Málaga en el cerro de Castillón, que forma parte de las mesas de Villaverde, en plena serranía de Málaga. Durante el siglo IX fue el foco de la rebeldía de Omar Ibn Nafsún, frente a los emires cordobeses.
La iglesia está escavada en una roca y fue construida entre los años 809 y 917, cuando Ibn-Nafsún ya se había convertido al cristianismo.
Presenta planta basilical de tres naves, aunque la central nunca se construyó, crucero que no se proyecta al exterior ni por el interior, ya que tiene la misma anchura que las naves, y cabecera compuesta de tres ábsides de planta cuadrada los laterales y en forme de herradura la central.
Las naves están separadas por arcos de herradura de estilo califal apoyados en pilares. Delante de la puerta está enterrado Ibn Nafsún.
IGLESIA DE SANTA MARIA DE MELQUE.- Situada en la provincia de Toledo, en el término de San Martín de Montalbán, fue construida a finales del siglo IX, cuando la comarca toledana estaba prácticamente habitada por mozárabes cristianos, ya que el poder político musulmán apenas existía; circunstancia muy ventajosa para reconstruir esta bella iglesia mozárabe, sobre un complejo monástico visigodo levantado sobre una villa romana.
El edificio junto con la iglesia de San Pedro de la Mata de factura visigoda, es uno de los más antiguos de la provincia y se conserva casi íntegro. Recientemente fue restaurada no muy bien por cierto, y en su construcción los mozárabes reutilizaron sillares romanos y arcos de herradura de tipo musulmán.
Presenta planta en forme de cruz griega con los brazos desiguales, a los que se le añadieron recintos laterales y un pequeño claustro. Sobre el crucero se sitúa una cúpula, que en época árabe se prolongó exteriormente en forma de torre, cuando la iglesia funcionó como templo- fortaleza.
La cabecera se compone de tres ábsides, el central de planta rectangular al exterior y de herradura al interior, se cubre con una semicúpula y los laterales de planta rectangular se abren a los brazos del crucero y se cubren con bóvedas de cañón peraltadas.
El cimborrio sobre el crucero se eleva sobre bóvedas de arista capialzadas con hiladas anulares de sillería, siguiendo la tradición bizantina.
Los arcos son de herradura y los laterales los sostienen fustes semicilíndricos en función de jambas con impostas similares a los de la iglesia asturiana de San Miguel de Lillo.
Mozárabe en la comunidad gallega
IGLESIA DE SAN MIGUEL DE CELANOVA.- Situada en el jardín del monasterio de San Salvador de Celanova, al sur de la ciudad de Ourense, de su anterior construcción dedicada a San Rosendo, se conserva hermosísima capilla mozárabe del siglo X (942). Se conserva muy bien al estar edificada con Sillería de granito.
De planta basilical de bella factura de reducidas dimensiones y de admirables proporciones, consta de una pequeña nave hacia Occidente, un cuerpo rectangular más amplio a modo de crucero y un ábside, de testero recto por fuera y en forma de herradura por dentro.
De la pequeña nave con planta rectangular cubierta con bóveda de cañón, se pasa al crucero a través de un arco de herradura, de planta más bien cuadrada y más alto que la nave, se remata en lo alto en forma de cúpula con bóvedas de arista, sobre arcos murales de herradura que arrancan en los ángulos sobre modillones de rollos en función de ménsulas. Cuatro ventanales tipo saetera con arcos de herradura y derrame interior, iluminan el interior.
IGLESIA DE SANTA MARIA DE MIXÓS. Situada en las cercanías de la población de Verin, a tres o cuatro Km. al norte de la población, siguiendo la carretera que nos lleva a la población de Retuerta. Conserva de su antigua fábrica mozárabe, solo la cabecera compuesta de tres ábsides, separados de la nave por un iconostasio incompleto. La nave está reconstruida en estilos posteriores góticos –renacentistas.
La cabecera fue reconstruida, no muy bien por cierto, los ábsides presentan testero recto al exterior y en forma de herradura por el interior. El ábside central es más amplio que los laterales, en los tres los arcos de ingreso son de herradura y en su testero presentan una saetera en cada uno de ellos con arcos de herradura y derrame interior, en el ábside central persisten restos de pinturas góticas-renacentistas. El ábside central y el septentrional conservan el ara original, en el septentrional el soporte es una estela visigoda reutilizada con inscripción. Entre la cabecera y la nave quedan restos del iconostasio. El resto de la iglesia está reconstruida.
CAPILLA DE SANTA EUFEMIA DE AMBIA.- La hemos localizado al norte de la población de Allariz, a la izquierda de la carretera que desde Allariz nos conduce a Mongas, a unos seis kilómetros al norte de Junquera de Ambia, en la aldea de San Esteban de Ambia.
Conserva la cabecera de estilo mozárabe del siglo X, compuesta de tres ábsides de planta rectangular bastantes reconstruidos, con testero recto tanto por el exterior como por el interior, en los testeros se abren saeteras con arcos de herradura y derrame interior.
Interiormente se conservan en parte los arcos de triunfo de herradura y restos también de arcos de herradura que comunicaban entre sí los ábsides.
El ábside central conserva el ara sostenido por una lápida-frontal con inscripción visigoda haciendo alusión a San Salvador y a Santa Eufemia.
Se conservan restos del iconostasio.
IGLESIA DE SAN MARTIÑO DE PAZO.- Fue la iglesia monástica de antiguo monasterio de Palatíolo, que ya existía en el siglo X. Hoy es la parroquial de San Matiño de Pazo, aldea situada a unos cuatro kilómetros de Allariz. De estilo mozárabe se construyó entre los siglos IX y X. Consta de una nave mozárabe y de una capilla moderna.
De estilo mozárabe conserva los muros de la nave de aparejo pseudoisódomo (hiladas regulares de distintas alturas que se disponen alternativamente), en los que se abren dos puertas de arco de herradura, con dovelas de despiece radial y enmarcadas con alfiles, que al interior se corresponden con otros arcos de herradura de mayor radio. Existen restos de ventanales con arcos de herradura.
Mozarabe en la provincia de León.
LA IGLESIA MOZARABE DEL MONASTERIO DE SAN MIGUEL DE ESCALADA.-
El monasterio fundado el año 913, ha desaparecido, subsisten la iglesia monástica precedida de un pórtico o galería porticada adosada a su muro meridional, más una torre maciza y una capilla situadas al este a continuación de su cabecera, ambas en estilo románico de finales del siglo XI.
La iglesia está situada a orillas del río Esla, entre las poblaciones de Mansilla de las Mulas al sur y Gradefes al norte, en la provincia de León. Es tal vez la iglesia mozarabe más señera, no solo de la provincia de León, sino de toda España.
Presenta planta basilical de tres naves, más ancha la central que las laterales, crucero que no se proyecta al exterior y cabecera compuesta de tres ábsides de herradura, que se cubren con bóvedas cuculiformes de cuatro gallones.
Los arcos de triunfo son de herradura, muy cerrado en el central de influencia musulmana y más abiertos los laterales de influencia visigoda. Se apoyan en el central en una pareja de columnas que portan capiteles de tipo jónico, y en los laterales en pilastras con impostas.
Las bóvedas arrancan de una moldura decorada con aves en medio de motivos vegetales en el ábside central y lisa en los laterales.
Las naves del transepto se cubren con bóvedas de arista, quedando separadas de las naves laterales por medio de arcos de herradura sobre pilastras coronadas con capiteles.
Las naves mas ancha la central que las laterales, quedan deslindadas por dos arquerías de cinco arcos de herradura, cada una apoyadas en columnas exentas monolíticas, aunque algunas son dobles, con basas y capiteles de tipo corintio de diversa tipología, coronados con ábacos, uno de ellos situado en la arquería norte fue tallado de una lápida romana. En relación a los capiteles algunos por su ruda talla a bisel y por su astrágalo liso, son visigodos y los restantes de tipo asturicense (tres) aprovechados de otros edificios visigodos y romanos.
Las naves se cobren con una armadura de madera del siglo XIV de estilo mudéjar a dos aguas en la nave central y a una sola vertiente en las naves laterales.
PÓRTICO O GALERÍA PORTICADA.- Situado en el lado meridional del edificio, se compone de doce arcos de herradura trasdosados por una doble moldura de nacela y apoyados en columnas de fuste liso calizo, basas y capiteles de mármol en parte reutilizados de edificios visigodos.
Los capiteles no reutilizados de edificios visigodos con el collarino sogueado, por la talla de sus hojas nos indican que pudieron ser tallados en el siglo X, aprovechados de San Pedro de Eslonza, que se había construido en el siglo X y que ha desaparecido.
El pórtico se iniciaría por el lado oeste hacia el Este, los últimos arcos se construirían en el siglo XI, cuando ya estaba edificada la torre románica, ya que el último arco lo incrustan en sus muros.
La mayoría de los capiteles presentan una cara plana, por lo que debieron ser tallados para adosarlos a algún muro, la labra es de tipo corintio-romano con diversa decoración- hojas, volutas y rosetas-.
En el testero occidental del pórtico, se abre un ventanal con doble arco de herradura inscritos en un solo sillar, enmarcados con alfiz y apoyados en una columna en función de ajimez y en jambas laterales, la columna porta basas y capiteles esculpidos. Procede de otro lugar y fue reutilizado aquí, lo mismo que otro similar situado en el muro occidental de la torre.
En la parte occidental del muro meridional de la nave lateral se abre la puerta de acceso al interior del templo, se compone de un arco de herradura apeado en jambas por medio de impostas. Es la que se utiliza hoy en día, pues hacia el Este se abre otra puerta hoy cegada con un tímpano decorado con motivos vegetales y aves. Más hacia la derecha se sitúa un arcosolio de factura gótica con arco apuntado.
En el testero oriental del pórtico se abre la puerta de acceso a la torre con un tímpano esculpido con motivos vegetales y geométricos reutilizado de un fragmento de un cancel mozarabe.
La iluminación la recibe el monumento por medio de seis ventanales situados en lo alto del muro de la nave central sobre las laterales.
Situados en los extremos del alero de la nave central, se sitúan unos grandes modillones, labradas sus caras con motivos vegetales y rosetas de tradición visigoda.
El testero de la cabecera de la iglesia al exterior es recto-plano, seguramente fruto de una reforma posterior de los siglos XI y XII, al construir los elementos románicos de este lado oriental- torre y capilla.
IGLESIA DE SANTIAGO DE PEÑALBA.-
Es una de las iglesias más completas y que mejor se conservan del arte mozárabe hispano, se asienta al sur de Ponferrada, en el precioso pueblo de Peñalba de Santiago, para llegar hasta él hay que subir hasta la sierra del Teleno en los montes Aquilianos. Parece ser que fue construida el año 937 por el abad Salomón y posteriormente pasó a formar parte de un monasterio erigido por San Genadio, obispo de Astorga.
Presenta planta de una nave de dos tramos, unidos por medio de dos grandes arcos de herradura a dos ábsides, uno en función de cabecera y otro contra-ábside situado a los pies del templo. Debido a dos capillas o aposentos laterales, abiertos al segundo tramo de la nave, sobre el que se levanta el cimborrio, le dan la falsa impresión de planta de cruz latina.
A este tramo se abren también las dos capillas laterales, por medio de arcos de herradura, presentan plantas rectangulares y se cubren con bóvedas de medio cañón; quedando así formada la cruz latina.
El tramo de la nave más occidental se cubre con bóveda de cañón sobre impostas, en su muro sur se abre la puerta de acceso al interior del templo y comunica con el contra-ábside a través de otro gran arco de herradura apoyado en columnas coronadas por capiteles mozárabes. El contra-ábside con planta de herradura, se cubre con cúpula gallonada de siete gallones o gajos.
La mayor parte de los muros del interior se decoran con pinturas murales, en la actualidad se están estudiando, un grupo son del siglo X y otro del siglo XVI o tal vez del siglo XVII.
Al exterior también nos muestra elementos muy interesantes, destacan la portada de acceso al interior, los modillones de lóbulos, los ventanales y un sepulcro románico adosado al muro norte.
La PORTADA de acceso al interior del templo, se abre en el muro sur del tramo occidental de la nave; consta de dos bellísimos arcos geminados de acusada herradura y de influencia califal, apeados en tras columnas de mármol blanco, que arrancan de basas y se coronan con capiteles mozárabes. Los arcos están trasdosados con una triple moldura que se prolonga con un alfiz rectangular.
Los MODILLONES de lóbulos escalonados que sostienen la mayor parte de los aleros del edificio, se decoran sus caras con hélices, flores y demás ornamentación de tradición visigoda, y en los ángulos se sitúan unos de mayor tamaño, como suele ser la norma del mozárabe y del visigodo.
La ILUMINACIÓN la recibe la nave por un ventanal rectangular situado sobre el arco de la portada de acceso, que porta celosía de alabastro.
La capilla del lado sur la recibe por un ventanal aspillerado situado en la zona axial del muro sur con arco de herradura inscrito en el sillar del dintel.
La capilla norte la recibe por otro ventanal similar al anterior situado en la parte baja del muro este.
En el muro norte de la nave se abre otra puerta de acceso con arco de herradura, con una inscripción en la jamba de la izquierda haciendo alusión al abad que la mandó construir.
A la derecha de la mencionada puerta y adosado al muro de la nave se sitúa un pequeño monumento funerario del siglo XII. En forma de sepulcro se compone de dos arcos de medio punto apoyados en tres columnillas que portan capiteles muy rudimentarios dentro del estilo románico.
El campanario-espadaña exenta de la iglesia, situado a los pies del monumento se construyó en el siglo SKI, de estructura muy robusta, en sus muros se abren dos huecos para las campanas, coronados por otro y remate en piñón.
IGLESIA DE SANTO TOMÁS DE LAS OLLAS
Situada en las cercanías de Ponferrada, en el barrio de las Ollas, nombre que le viene por la antigua dedicación de sus vecinos a la fabricación de las ollas. Dicho barrio en donde se asienta la iglesia, se sitúa en las afueras del casco urbano, al noroeste de la población en un altozano, que divide las aguas de los ríos Sil y Boeza; desde el cual se divisa una vista panorámica impresionante de la población de Ponferrada.
La iglesia es la tercera, que conserva restos de la arquitectura mozárabe, en la provincia de León.
Su factura es muy original, consta de una cabecera mozárabe rectangular por el exterior y elíptica por el interior, y de una nave rectangular de posterior factura, que conserva de su primitiva fábrica, restos del arco de herradura de su puerta de acceso al interior, situada a los pies del templo, probablemente reutilizados de la puerta original, que se abriría en el costado sur, como las demás iglesias muzárabes de León.
La fecha de su construcción no se conoce con exatictud, tal vez se pudo edificar a mediados del siglo X.
La nave se reconstruyó en el siglo SKI, y en el mismo siglo se le adosó una capilla en su muro norte.
INTERIOR.- La cabecera conservada de su primitiva fábrica mozárabe, presenta elíptica u ovalada, recorre el interior del muro, una arquería compuesta por nueve arcos de herradura ciegos, apoyados en ocho pilastras monolíticas de granito, colocadas con el objeto de recibir la carga de la cúpula elíptica y dejar libres a los muros, que se limitan a cerrar la planta.
La cúpula elíptica carga sobre las claves de los arcos, tras convertir en poligonal la superficie curva del recinto.
La cúpula compuesta de once cascos, no generando por lo tanto una cúpula gallonada, sino más bien una cúpula de tipo lombardo que arranca de una imposta de nacela, situada bastante por encima de las claves de los arcos.
El acceso desde la nave a la cabecera, se realiza por medio de un gran arco de herradura doblado, con ambas roscas casi perfectamente concéntricas, que se apoya en jambas a través de impostas de nacela. Su estructura es la original, menos las dos impostas de nacela y la dovela de la clave de la rosca exterior.
En la cabecera se abren tres ventanales, con el objeto de iluminar el interior, dos son originales en forma de aspillera con arcos de herradura y un tercero reconstruido.
La nave de planta rectangular reconstruida en el siglo XVII, se cubre con una techumbre de madera colocada el año 1972. De su factura original solo quedan restos de los muros bajos y algún resto del arco de herradura de la puerta de acceso, hoy cegada, que se abría a los pies del templo.
A los pies del templo, se conserva una pila bautismal del siglo X, sobre un pié de posterior factura.
Al muro norte de la nave se abre una capilla, construida en el siglo SKI, a la que se accede desde la nave por una puerta con un gran arco de medio punto rebajado, apoyado en jambas, por medio de gruesas zapatas. La capilla se cubre con una cúpula semiesférica, que arranca de una moldura de granito situada sobre los tres arcos que adosados a los muros soportan la carga de la cúpula. Estos tres arcos están también construidos con dovelas de granito.
EXTERIOR.- La actual puerta de acceso al interior del templo, está situada en el muro sur de la nave, construida en el siglo XII, se estructura con un arco de medio punto, sobre jambas a través de zapatas.
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