A partir de la segunda mitad del siglo IX se dio la emigración de amplios grupos de cristianos que vivían en Al-Ándalus hacia territorios cristianos del norte, con un sustrato cultural común, el visigodo, las mismas costumbres y religión con la liturgia mozárabe. Estos nuevos pobladores se instalaron en las nuevas tierras que se iban conquistando, fundamentalmente entre los montes cántabros y el Duero. Con tres tramas, el mozárabe castellano (al norte del Duero), el Alto Aragón también llamado Serrablo de Huesca y el arte de la Marca Hispánica de Cataluña. Desde comienzos del siglo IX hasta mediados del XI.
El MOZÁRABE CASTELLANO fue creado con el apoyo de la monarquía astur-leonesa, para repoblar villas y monasterios bajo las premisas artísticas visigodas (el arco de herradura) con influencias de Al Ándalus (alfiz o cúpulas gallonadas). Los mozárabes, en principio respetados, son amenazados en el siglo X, siendo algunos martirizados y huyendo al Duero, donde el reino asturiano se está expandiendo, pasando la capitalidad a León. La arquitectura religiosa va adquirir algunas características, como las plantas basilicales, generalmente de tres tramos o cruciformes; la utilización del arco de herradura; capiteles tipo corintio con decoración de soga (influencia asturiana); alzados abovedados con la inclusión de la cúpula gallonada califal; cubiertas con grandes aleros sustentados por modillones de rollo decorados. Los interiores se solían decorar con pinturas (que no han llegado) y con poca escultura monumental.
Una de las primeras iglesias mozárabes, aún en territorio musulmán, es la Iglesia excavada de Bobastro de la segunda mitad del siglo IX y posteriormente destruida. Los primeros ejemplos castellanos son semejantes. San Miguel de Escalada fue un monasterio fundado a finales del siglo IX, basilical de tres naves, separadas por arcos de herradura, con tres ábsides en herradura al interior y un pórtico lateral; tiene algo de escultura en capiteles, canceles y frisos. Santa María de Wamba, Valladolid, sigue el mismo esquema con restos de pinturas. San Cebrián de Mazote, Valladolid, es de gran tamaño, con crucero con linterna sobre arcos de herradura y ábside contrapuesto a los pies (influencia norteafricana) y cupulado en gran parte.
Santiago de Peñalba, León, es del siglo X, fundado por San Genadio, de tipo cruciforme con ábsides contrapuestos y con diversas tipologías de bóvedas. Santa María de Lebeña (Liébana), León, siglo X, tiene también cruz griega pero con tres ábsides, cubierto por bóvedas de cañón. En Burgos destacan la Ermita de Santa Cecilia, una nave y ábside cuadrado con bóveda de media naranja y decoración de tipo visigodo, los restos de los Monasterios de Valmayor en Cuesta Urria y de Valeránica, en Tordomar, la iglesia de Santa María de Retortillo de Torrepadre y la Torre de Doña Urraca. Por último, la pequeña iglesia de San Miguel de Celanova, Orense, siglo X; el cenobio rupestre de San Millán de Suso con diferentes fases constructivas; y San Baudelio de Berlanga, con una tipología única por su palmera central de ocho arcos de herradura formando una bóveda gallonada, sus cinco naves con tribuna superior y sus pinturas.